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El expresidente boliviano Evo Morales ha hecho declaraciones explosivas recientemente, dirigidas hacia su exvicepresidente Álvaro García Linera, sembrando dudas y acusaciones sobre su papel durante la crisis política de 2019 en Bolivia.
Morales, líder del Movimiento Al Socialismo (MAS), ha señalado a García Linera como un enemigo del partido y de él mismo, vinculándolo con los eventos que llevaron a la renuncia de ambos en noviembre de 2019. En una entrevista en radio Kawsachun Coca, Morales expresó su desconfianza hacia García Linera, sugiriendo que este estaba al tanto del golpe de Estado que eventualmente los forzó a dejar el poder.
El exmandatario boliviano recordó cómo durante los momentos turbulentos de 2019, cuando su casa y las de otros líderes oficialistas fueron allanadas, la residencia de García Linera fue respetada. Esta situación llevó a Morales a cuestionar si su exvicepresidente ya sabía lo que estaba por suceder. Además, Morales resaltó la diferencia en el trato legal entre él y García Linera, destacando que mientras él enfrentaba 29 procesos legales, no se presentaron cargos contra García Linera durante el gobierno interino de Jeanine Áñez.
La relación entre Morales y García Linera, alguna vez aliados políticos cercanos, ha estado bajo escrutinio público desde la crisis de 2019. Morales también aprovechó la oportunidad para responder a las críticas anteriores de García Linera sobre la necesidad de renovación dentro del MAS, recordando cómo lo respaldó a pesar de las críticas sobre su falta de formación profesional.
Estas revelaciones de Morales han generado un nuevo debate sobre los eventos turbulentos de 2019 en Bolivia y han resaltado las tensiones internas dentro del partido MAS. Mientras tanto, García Linera no ha respondido públicamente a las acusaciones de Morales, dejando espacio para especulaciones y análisis sobre su papel durante esos momentos críticos en la historia reciente de Bolivia.