El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, no es ajeno a las críticas que recibe de diversos sectores políticos, tanto dentro como fuera del país. Recientemente, el mandatario mexicano respondió a las críticas de la diputada española ultraconservadora Cayetana Álvarez de Toledo, quien condenó la estrategia de López Obrador contra el narcotráfico.
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En una conferencia de prensa, López Obrador comentó sobre la presencia de Álvarez de Toledo en México: “Acaban de traer una señora de una asociación que hay en México, una diputada española. Sí, le dieron una gran difusión los conservadores, vino a hablar mal de mí, la verdad”. El presidente agregó que consideraba un orgullo que una representante de la ultraderecha cuestionara su gobierno.
López Obrador no dudó en relacionar las críticas de Álvarez de Toledo con las campañas políticas rumbo a las elecciones presidenciales del próximo 2 de junio. De manera irónica, el presidente señaló: “Esto va a continuar, tampoco debe extrañarnos, esto es así, son las elecciones, hay muchísimo dinero de por medio de los que quieren regresar por sus fueros. Yo también quiero que regresen pero lo que se robaron”.
Álvarez de Toledo había criticado la estrategia del presidente mexicano para enfrentar al narcotráfico, la cual se basa en políticas de pacificación y en poner fin a la “guerra” contra el narcotráfico emprendida por gobiernos anteriores. Durante su participación en la Feria de las Ideas en Puebla, México, la diputada española expresó su preocupación por la situación en México, afirmando que el país está siendo tomado por el crimen organizado debido a la complacencia de quienes deberían defenderlo.
La crítica de Álvarez de Toledo se centró especialmente en el lema presidencial de López Obrador: “abrazos, no balazos”, el cual considera que, si bien es un eslogan bonito, ha tenido resultados catastróficos para la democracia y para los jóvenes mexicanos, muchos de los cuales están siendo víctimas de la violencia relacionada con el narcotráfico.
Las palabras de la diputada española generaron reacciones tanto en México como en España, destacando la polarización política y las diferencias ideológicas que persisten en ambos países. La respuesta de López Obrador refleja su postura firme ante las críticas, mostrando su disposición a enfrentarlas en el marco de un proceso democrático y electoral.